Sonidos molestos por las mañanas pero habitaciones cálidas y desayuno delicioso

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La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudarnos. El hotel tiene una chimenea muy acogedora donde se puede descansar mientras se disfruta de un buen libro o de una charla amena. Además, el desayuno fue delicioso, con tortillas recién hechas y huevos con frijoles, perfecto para empezar el día con energía. La ubicación es muy conveniente, ya que está cerca del centro y de los principales puntos de interés, lo que facilita explorar la zona.

El ruido en la mañana puede ser un inconveniente, ya que escuchamos música a volumen alto mientras el personal realizaba las tareas de limpieza.

Recomiendo disfrutar de la chimenea en el área común durante la tarde, es un ambiente acogedor para relajarse con un libro.

La atención del personal fue excepcional. nos recogieron amablemente en la estación de tren. Disfruté del desayuno, especialmente los huevos con frijoles. La habitación era simple pero cálida, ideal para relajarse después de explorar Creel.

El desayuno, aunque sencillo, incluía huevos con frijoles.

La habitación era muy básica, con solo una cama y algo para poner maletas. Además, el ruido desde temprano en la mañana era insoportable, con despertadores sonando y música alta. No pudimos descansar bien en toda nuestra estancia.

Todo bien, pero mucho ruido mañana.

Mi veredicto en dos frases

La atención fue excelente y el desayuno, especialmente las tortillas de harina, un verdadero deleite. Aunque la habitación era algo fría y básica, la calidez del personal y la ubicación cerca del centro compensaron la estancia.

Me encantó el servicio amigable y la deliciosa comida. Pasamos un tiempo divertido en familia, disfrutando de actividades al aire libre como caminatas y paseos en bicicleta. A los niños les encantó ver la naturaleza y también disfrutamos de las tortillas recién hechas en el desayuno.

A mis hijos les habría encantado más opciones de entretenimiento para ellos.

la atención excelente y las tortillas frescas son inigualables

Pasamos dos noches en Posada del Cobre y, aunque la habitación era sencilla, la atención del personal fue excepcional. Cada mañana, nos deleitábamos con tortillas recién hechas y un desayuno delicioso. La ubicación es buena, cerca del centro, lo que lo hace ideal para explorar. Aunque tuvimos un pequeño inconveniente con el ruido temprano, la calidez del personal y el ambiente acogedor compensan cualquier detalle negativo. Definitivamente una experiencia recomendable en Creel.

La atención fue excelente, el personal amable y servicial nos recogió en la estación de tren. El desayuno, aunque básico, incluía huevos con frijoles. La habitación era cálida y estaba limpia.

El ruido temprano en la mañana afectó nuestro descanso, además la iluminación del cuarto podría mejorar.

La atención del personal fue excelente, nos recogieron en la estación del tren y el desayuno muy rico, con tortillas de harina hechas a mano y huevos con frijoles. Las habitaciones eran limpias y cálidas gracias al calentador de gas.

Mucho ruido por la mañana, música a volumen alto mientras el personal limpiaba.

La habitación era bastante básica, solo con una cama y poco espacio para las maletas. Se sentía fría y el calentador no era suficiente. Pero a favor, estaba limpia y tenía agua caliente. Lo que más me molestó fue el ruido temprano, ya que sonaron despertadores y música muy alta. Al menos el desayuno estaba rico, con huevos y frijoles. No es el mejor lugar para descansar mucho.

Ay, compadre! Despertar con unos huevos revueltos y frijoles bien preparados es como encontrar un tesoro culinario. Además, el hotel estaba a solo unas cuadras de la calle principal, perfecto para explorar Creel. ¡Y la habitación tenía un calentón de gas que nos dejó bien calientitos!

Aunque no todo fue miel sobre hojuelas, el ruido a las 6 am con música a todo volumen mientras limpiaban fue un pequeño bajón. ¡Pero todo brilla más cuando hay un buen café de por medio!